Cuando hablas español, yo, chino

La naturaleza de las cosas siempre es única e inequívoca, lamentablemente siempre será así ,aunque hay cosas que tu quieras que fueran diferentes, el agua siempre será así y tendrá un solo comportamiento, si se evapora deja de ser agua, es vapor de agua, los seres siempre tienen una sola escencia, la roca siempre es roca y dentro de miles de años lo seguirá siendo, si se erosiona solo será arena.

Unos seres nacen para poder entablar armonía con algunos pocos, con otros mínimos no, es como siempre dicen el agua y el aceite, a veces los agitas y te engañas, OH! los he mezclado, pero eso no es del todo cierto, eran tus ojos que solos se engañaban, te hacían creer o te obligan a pensar que tal vez fue de una manera, pero en realidad no conseguías ni un avance, siempre estarán así y no podrán ser una mezcla tan armoniosa como una limonada.

Tantas veces se habla, se cuenta un problema como resuelto, como que nunca más pasará pero de pronto despiertas, -por cierto abruptamente- y solo te percatas que el problema siempre estuvo ahí nunca las ideas se mezclaron tan perfectamente, nunca hubo una armonía, siempre la mente trabajando, siempre la mente traicionando, es que acaso en realidad no se entienden, ¿es que acaso habla uno español y el otro chino?

A veces uno le pone mucha fe a algo, pero hay cosas que no van bien, es como una camisa de mala tela que siempre te incomoda, por más que te guste a montones, siempre hay algo que te incomoda, algo que no te deja ser tú, tal vez hablar de aquellas cosas que te incomodan fuera solución, pero nunca se habla al 100%, ¿de que sirve hablar a medias?, de nada (esto es algo que me enseñaste), pueden parecer que estas bien, que estas contento por lo que tienes por como van las cosas, pero no es así, tal vez sea muy débil de espíritu, no losé, no sé si debí seguir intentando, seguir intentando conseguir esa armonía tan ilusoria que una vez pensé conseguir, tal vez soñar con un destino unísono me hacía aún cuidar esa pequeña fogata que una vez prendí, pero ahora no son esos tiempos.

Estoy cansado, tal vez también lo estés tú y puede que me culpes de muchas cosas, pero sé que esta vez,... y estoy demasiado seguro de lo que diré, ... ya no podré hacer algo mas en contra tuya, los mejores deseos para ti y pues sé que encontrarás ese limón, para tu limonada, porque el agua y el azúcar siempre están en ti.